Querido lector,
Aprendí a contar en primaria;
número tras número.
Aprendí a contar historias;
palabra tras palabra.
Aprendí a contar fracasos;
culpa tras culpa.
Aprendí a contar decepciones;
perdón tras perdón.
En mi escuela hice sumas, en
la tuya solo restas.
En mi escuela multipliqué,
en la tuya dividías.
En mi escuela era algo, en
la tuya nada.
En mi escuela tracé futuros,
en la tuya borré presentes.
Fui solo al jardín de niños
y contigo a prisión de adultos.
Fui solo a caligrafía y
contigo a repetir la plana.
Fui solo a recreo y contigo
a un encierro.
Fui solo a historia y por ti
a terapia.
Aprendí, fui, hice cosas de
la vida en mi escuela;
en la tuya solo aprendí a
perderlas.
Hasta otra nota,
Diálogos de Almohada.
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