Imagínate esto.


Querido lector,

Somos los protagonistas de esa escena final que siempre te asombra en una película de coming-of-age.

Tú llevas tus vaqueros favoritos y yo ese jersey pálido, pero cómodo que me regalaste.

Vamos al jardín y trae tus lápices de colores para que podamos colorear las flores.

Bajo paraguas de hojas color verdiano, nos mantendremos erguidos mientras llueve a cántaros.

Caminemos un poco más y veamos cómo los semáforos iluminan nuestro momento.

Nos detuvimos en una esquina, a kilómetros de distancia de donde dejamos nuestras maletas llenas del peso de nuestras penas.

No mires atrás; acércate.

Te susurro al oído, yo quiero cabalgar mis sueños y no los de los impostores.

Nos sentamos allí; en ese banco donde besamos por primera vez nuestro destino.

Podría quedarme atrapado en esa foto vintage que guarda los recuerdos y quedarme contigo para que la desempolvemos.

Hasta otra nota,

Diálogos de Almohada.


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