Querido lector,
Le enseñé a un niño a escribir una carta y le expliqué que podía
escribirle a un amigo; días después me mostró la carta más honesta que he
leído.
Querido amigo,
Me dijeron que podía escribir lo que siento en papel y que esto me haría
más feliz. Quiero ser feliz y por eso te escribo. Aun no sé cómo sentirme con
lo que escribo, tal vez tú puedas entenderlo…
Ayer un niño me dijo que era flaco, pequeño y débil. Aún tengo 10. Algún
día seré tan alto que podré alcanzar mis zapatos en el ropero sin ayuda de mi
mami. Quisiera ser más fuerte y no llorar por las cosas que me parecen
injustas. Lloro porque no sé cómo decirles que no es bueno hacer llorar a
otros. Me dicen cosas feas en la escuela, pero aún no le cuento a la maestra
cuan triste me hacen sentir. Te prometo que seré más fuerte la próxima vez que
alguien me regañe por gustarme el arte. No sé cómo decir mentiras ¿de verdad
tengo que mentir para que alguien me quiera? Quiero ser yo. Dicen que debo ser
un jugador de fútbol para este Halloween, pero yo quiero ser un profesor de
escuela como mi maestra. Ayer se burlaron porque llamé mami a mi maestra, lloré
y un niño me dijo que era un marica. Mi maestra me dijo que no escuchará, pero
no sé cuánto tiempo podré seguir tapándome los oídos.
Mi gusta colorear y armar rompecabezas. Ya me aprendí la tabla del 3. Mi
mejor amiga es una niña. No se porque me dicen que debo jugar más con niños. Me
gusta también el fútbol, pero honestamente no soy tan bueno. ¿Crees que si
miento y digo que es mi deporte favorito, mis compañeros querrán hablar
conmigo?
Me pregunto porque todos tienen un apodo. Hasta yo tengo uno, pero no sé
cómo decirles que no me gusta. Creo que ya olvidaron mi nombre. Para Juan,
Ernesto y Pablo ya solo soy cristal. Dicen que es porque me quiebro fácil.
A veces no quiero ir a la escuela, porque ni mis dieces bastan
para que mis compañeros dejen de atacarme. Creo que ser buen alumno es una
carga para mi mamá. Hoy tuve el primer lugar, pero tuve que suplicarle para
acompañarme a recoger mis resultados. A veces siento que no es suficiente con
ser bueno. No sé si crecer es igual.
Cuando crezca tendré una huerta, porque me gusta ver las cosas crecer y
que me den sus frutos. Algún día quizá yo pueda ser como la planta de tomate
que sembré para mi tarea de ciencias. Me sentí muy feliz al cosechar mi primer
tomate. Quiero ser como mi planta, quiero cosechar tomates rojos y grandes
cuando sea un adulto. Tal vez así seré un adulto de diez.
Hace una semana fue el día del padre y todos hablaron de los trabajos de
su papi y yo tuve que mentir. No quería que se burlaran mi otra vez de mí. Dije
que mi papá era un buen doctor y que siempre me contaba como ayudaba a sus
pacientes. Porque, al contrario de lo que me dijo mi mami, no creo que mi papá
ya esté muerto. Estoy seguro de que algún día, quizá cuando sea tan grande como
tú, lo conoceré y me contara que es lo que debí decir que él hacía, en mi
exposición.
Ser niño en mi escuela ya es demasiado difícil, me piden que sea el más
estudioso y fuerte y amigable con mis compañeros y respetoso incluso con
quienes me golpean y ponen apodos, ¿Cómo se hace eso?
No sé si seré bueno cuando sea grande, realmente quiero serlo. Espero
que los adultos no se rían de mis sueños, gustos y anhelos. Solo quiero salir
de la escuela y aprender como ser suficiente para mi familia, amigos y los que
compartan conmigo.
Espero tener mucho dinero cuando sea grande para poder comprarle una
hamburguesa a Ana, que siempre ha sido buena conmigo. Aun no entiendo porque
algunos tienen más que otros. Ojalá que cuando mis compañeros crezcan, todos
tengan lo que los hace felices. Si, también a los que me golpean y me dicen
debilucho. Uno de ellos me dijo que tampoco tiene un papá y que su mamá lo
golpea. Quiero que todos crezcan y puedan huir de sus miedos; yo también quiero
eso. A mí me da miedo la oscuridad, ¿tú le tienes miedo también?
Te prometo que en otra carta te contaré sobre mis juegos de mesa y como
hago carreras con mis carritos en la arena. Gracias por leerme. Espero que
estes bien siendo adulto. Cuídate, te quiero.
Atentamente,
Tu yo de niño.
Hasta otra nota,
Diálogos de Almohada
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