Libertad del ser.



¿Seré yo capaz de sentir mientras haya vida,
elogiar las derrotas de mi pasado sin fin,
acoger el rechazo y convertirlo en dicha,
sin preámbulo del porvenir a mi desdicha mayor,
sabré arrepentirme sin antes haberlo sido?
En el abismo de nuestra alma oscura,
una contienda sin fin se libra por doquier,
contra los demonios que nos acechan impuros,
y nos llevan a un abismo solitario.
Nuestros sentimientos son un laberinto,
nuestros pensamientos un ciclón voraz,
nuestras perspectivas un reto infinito,
que nos llevan a la cima o a la oscuridad.
En un mundo cruel que nos oprime,
ser uno mismo es una proeza valiente,
luchamos por ser auténticos y libres,
en un esfuerzo por alcanzar nuestra independencia.
Somos el eslabón más frágil de la cadena,
el que acepta sus debilidades con coraje,
y por eso somos atacados con dolor,
en un mundo que confunde la fuerza con clientelismo.
Luchar por la paz de la salud oculta,
que pocos entienden y aprecian sin saber,
en muchedumbre que reprime la honestidad sin criterio,
y premia la indiferencia con frialdad perenne.
Te gritan en susurro que creer que la sumisión es la respuesta,
Debiendo abandonar el propio discernimiento,
pero los leales y fieles a su corazón,
son los que pueden conquistar las barreras de Kairós.
Formemos alianzas contra los engaños del mundo,
con estandartes de autenticidad con fervor,
porque son las llaves de la acogida fecunda,
y las llaves que descifran el acceso del amor.

Comentarios