Siempre es una oportunidad muy enriquecedora tener una conversación con alumnos avanzados y aquellos que están iniciando su camino en la carrera de Licenciatura en Inglés. La experiencia se combina con la frescura y el entusiasmo de aquellos que inician sus primeros pasos en esta profesión tan apasionante; estos momentos están llenos de significados.
Como docentes, es un orgullo ver cómo los alumnos avanzados asumen el papel de mentores, compartiendo no solo sus habilidades, sino también las lecciones que la vida universitaria les ha enseñado. Este tipo de interacciones fomenta un aprendizaje más colaborativo y humano y fortalece el sentido de comunidad en la carrera. Valores como la responsabilidad mutua, el respeto y la solidaridad surgen en estos lugares, donde se establecen vínculos que trascienden lo académico.
Siempre es fascinante compartir historias, retos y éxitos. Algunos de los alumnos de primer año sonríen con timidez, mientras que otros miran con la mirada encendida de inspiración. Escuchan atentamente. Se escuchan con fuerza las palabras de sus compañeros mayores, que hace unos años estaban en su misma situación. Se comparten momentos de felicidad, como aprobar una materia difícil o encontrar el equilibrio entre la vida personal y académica; además, se enfrentan desafíos como manejar el estrés de los exámenes.
La importancia de incorporar este tipo de actividades en el salón de clases es destacada en estos diálogos. Escuchar a personas que ya han recorrido parte del camino que ellos apenas están comenzando a recorrer es muy beneficioso para los alumnos, más allá de la enseñanza formal. El aprendizaje experiencial y relacional, que complementa perfectamente el contenido teórico de la carrera, es promovido por estas dinámicas. El desarrollo de habilidades de empatía, pensamiento crítico y comunicación, que son esenciales para cualquier profesional del inglés, se fomenta al entrevistar a expertos y compañeros con más experiencia.
Los conversatorios no solo son una oportunidad valiosa para los estudiantes de primer año; además, brindan a los estudiantes más avanzados la oportunidad de considerar su propio viaje y el impacto que puede tener en la próxima generación de profesionales. La idea de que la educación es construir comunidades de aprendizaje que se apoyan y crecen entre sí, además de adquirir conocimientos, se reafirma con este tipo de actividades.
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