Querido lector,
Los platos caen de la alacena, pero ya no se quiebran.
Los perros ladran a medianoche, pero ya no me muerden. Las puertas truenan de día,
pero ya no se cierran. Los gritos acaparan la voz, pero ya no se escuchan. Los
niños escuchan el drama, pero ya no se asustan. Las luces se apagan con
intermitencia, pero ya no nos alumbran. Los lazos se sueltan mojados, pero ya
no nos lastiman. Los trapos pasean en el patio, pero ya no los estrenan.
Los crueles castigan despacio y a eso le llaman
disciplina. Los gritos cubren el llanto, pero ya no se disipan. Los golpes
marcan el cuerpo, pero ya nadie se fija. Los justos callaron sus bocas y ya no
es batalla. Los grillos orquestan batallas y ya vamos perdiendo. La humanidad
se olvida y ya no somos hijos.
Hasta otra nota,
Diálogos de Almohada.
Me encanta! Muy profundo 🤩😁👏🏻
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